La exposición de nuestra retina a unos flashes cortos e intermitentes de luz durante la noche podría ser un tratamiento efectivo contra el jet lag según un grupo de científicos americanos.
Los investigadores creen que las células de la retina encargadas de transmitir la información luminosa a la zona del cerebro responsable de controlar los ciclos de sueño, son la clave para reajustar el reloj interno del cuerpo cuando se viaja a través de diferentes zonas horarias.
Durante el estudio, el equipo de la Universidad de Stanford comparó los efectos que producía una exposición de una hora a una fuente de luz continua y otra hora a una fuente de luz estroboscópica en 39 voluntarios mientras estos dormían.
Los investigadores encontraron que las personas que dormían bajo la luz estroboscópica manifestaban un retraso de dos horas en el inicio de la somnolencia la noche siguiente, mientras que los que dormían bajo la luz continua mostraron un retraso de alrededor de 30 minutos.
El cuerpo humano se sincroniza con respecto a un patrón diario de 24 horas, dentro de ese patrón el día y la noche se corresponden con el ciclo de la vigilia y con el del cansancio de acuerdo con las condiciones de luz cambiantes.
Sin embargo, cuando una persona se mueve a través de diferentes zonas horarias ese ciclo se altera de la misma manera que lo hacen las condiciones luminosas a las que el cuerpo esta acostumbrado, esta alteración a menudo conduce a una sensación de cansancio y a cambios de humor.
La retina y los pigmentos que forman parte de ella son claves para controlar los ciclos de actividad a lo largo de un día, ambos responden a la luz incluso cuando los párpados están cerrados durante el sueño.
La exposición de los ojos a los flashes cortos de luz parece ser una manera eficaz para “engañar” al cerebro y que piense que el día es más largo de lo que realmente es, cambiando su reloj interno y combatiendo los efectos del jet lag.
Según el Dr. Jamie Zeitzer, que dirigió la investigación, este descubrimiento podría conducir a métodos más eficaces para luchar contra el jet lag. «Esta podría ser una nueva forma de ajustar nuestro reloj interno mucho más rápido a los cambios horarios que los otros métodos que ya se usan hoy en día. Además, durante nuestras investigaciones hemos visto que la mayoría de la gente puede dormir perfectamente pese hacerlo con una luz intermitente.»
La investigación fue publicada en la revista Journal of Clinical Investigation.