Muy interesante esta noticia, un sistema que permite evaluar y predecir el resultado de una operación de cirugía refractiva.
Lo que yo retengo y destaco del artículo:
– Crear un sistema que permitiera reproducir de manera virtual los distintos cambios que se pueden causar en la córnea o en el cristalino con el implante de lentes.
– «Ha sido algo muy complicado porque no hablamos de lentes sino de tejidos vivos que cambian a lo largo de la vida. Tratamos de adaptarnos a esos cambios y aplicarlo con fines terapéuticos»
– Se pueden reproducir previamente los resultados para determinar, por ejemplo, cuál será la calidad de visión del paciente a determinada hora del día.
Os dejo el documento integro para que podáis sacar vuestras propias conclusiones.
Noticia completa:
El ojo virtual que ve el futuro
Un sistema basado en patrones matemáticos permite anticiparse a las reacciones del paciente antes de operarlo
Adelantarse a los resultados de una operación reduciendo al máximo el margen de error y conocer de forma precisa la reacción del paciente a la misma. Si a esto añadimos un nombre con tintes de película de ciencia ficción, podría parecer cosa de un futuro todavía muy lejano.
Se trata sin embargo de una realidad muy actual que ha sido gestada en su totalidad en la provincia de Alicante. El ojo virtual, como así se llama, es la última tecnología puesta en marcha por Vissum. Una nueva forma de abordar las operaciones oftalmológicas optimizándolas al máximo en función de cada paciente y eliminando riesgos, a la vez que abre nuevos caminos para la industria óptica.
Dirigido por el doctor Jorge Alió y el catedrático de la Universidad Miguel Hernánde Antonio Fimia (UMH), el proyecto VEMoS (Virtual Eye Model System) nació hace aproximadamente tres años, cuando sus impulsores decidieron que había que hacer un esfuerzo por evitar las cirugías con procedimientos novedosos que, aunque estén bien diseñadas y bien calculadas, en ocasiones dan resultados diferentes de los que se esperan. ¿Solución? Crear un sistema que permitiera reproducir de manera virtual los distintos cambios que se pueden causar en la córnea o en el cristalino con el implante de lentes, por ejemplo, o produciendo otro tipo de cambios físicos en ellos.
El proceso, como es lógico, no ha sido sencillo. «Ha exigido un análisis computacional muy minucioso de los distintos elementor refractivos: córnea en sus dos caras, superficies de cristalino, interior, índice de refracción y dimensiones del ojo en sus diferentes espacios», señala el doctor Jorge Alió. «Ha sido algo muy complicado porque no hablamos de lentes sino de tejidos vivos que cambian a lo largo de la vida. Tratamos de adaptarnos a esos cambios y aplicarlo con fines terapéuticos», explica. Pero, a tenor de los resultados, el esfuerzo ha merecido la pena. Desde ya, el personal de Vissum puede diseñar operaciones de córnea para quitar defectos de graduación, realizar implantes intracorneales o elaborar nuevas lentes intraoculares. En resumen, mejorar todo lo que supone la cirugía ocular encaminada a los efectos de refracción, a restaurar visión o sustituir cristalino por lente artificial.
No solo eso, sino que además se pueden reproducir previamente los resultados para determinar, por ejemplo, cuál será la calidad de visión del paciente a determinada hora del día.
Proceso
¿Pero cómo funciona? Aunque complejo en su concepción, la aplicación del mismo no puede ser más sencillo. Basta con tomar determinadas medidas del ojo del paciente para que un ordenador se encargue de reproducirlo dentro de ese gran ordenador que es el ojo virtual. En él, el especialista puede conocer al detalle con un mínimo margen de error los resultados finales en función de los distintos parámetros. Todo ello en 15 minutos y al alcance de cualquiera de los oftalmólogos, aunque esto será en una segunda fase. Un gran cambio, sin duda, en comparación con el proceso actual, con el que hay más errores y es más difícil anticipar el resutado. «Con el ojo virtual podemos desde ya adecuar la finalidad para por ejemplo ver mejor de noche, a todas las distancias o crear un perfil multifocal. En definitiva, mejorar la calidad visual y los rendimientos», concluye Alió.
Además, el sistema VEMoS —que está encuadrado dentro del proyecto CENIT-CEYEC y ha recibido una subvención de 600.000 euros por parte del antiguo Ministerio de Ciencia e Innovación— podrá ser largamente aprovechado por la industria óptica para la elaboración de múltiples componentes que ayuden a la mejora de la visión y la calidad de vida del paciente, como lentes intraoculares, de contacto o gafas.
Fuente. ABC.es