«Vuelta al cole» tras un buen periodo de descanso y por que no empezar con una noticia al mismo tiempo podría ser, provocadora para unos pocos y esperanzadora para otros muchos.
Espero que os sea interesante.
Noticia:
¿El fin de la operación de cataratas? Los científicos descubren una nueva solución
Sólo en nuestro país, esta afección se traduce en más de 250.000 intervenciones al año, un gasto que podría duplicarse en los próximos años, y no hay dinero para cubrirlas todas
Las cataratas surgen de cambios en la solubilidad de las proteinas del cristalino que se aglutinan y reducen la calidad óptica provocando que la vista se vuelva borrosa, algo comparable a mirar a través de un cristal empañado. Cuando observamos un objeto, los rayos de la luz se transmiten a través de nuestro ojo atravesando la pupila, el cristalino y alcanzando la retina. El cristalino debe ser transparente para dejar pasar la luz sin problemas: cuando está opaco o poco transparente tenemos una catarata.
Es una de las enfermedades oculares más comunes y, aunque puede producirse por diversas causas, se relaciona especialmente con la edad. Se calcula que la padecen cerca de un 17% de personas con 40 años padecen cataratas y el porcentaje aumenta hasta el 46% a partir de los 75 años. Pero aunque las más frecuentes se produzcan como resultado del envejecimiento (Catarata Senil) o como consecuencia de la Diabetes Mellitus (Cataratas diabeticas), pueden aparecer a cualquier edad e incluso desarrollarse en niños.
Se trata de un problema de salud tan extendido que la cirugía de cataratas es el procedimiento quirúrgico más realizado en el cuerpo humano. Se estima que sólo en EEUU se practican 2 millones de cirugías al año y en España alrededor de 250.000 intervenciones cada año. Y eso se traduce en elevadísimas cantidades monetarias.
Hasta el momento la única forma de poner solución a este problema de visión nublada permanente era mediante una sencilla operación. Pero dado el número de casos que se dan en el mundo y el cada vez mayor envejecimiento de la población, hacer frente a tal cantidad de cirugías se preveía como un importante problema que puede tener solución gracias a un simple colirio.
Según un reciente estudio publicado en la revista Nature, un grupo de investigadores británicos parece haber encontrado una cura para las cataratas menos invasiva que la operación y mucho más económica. Tan sólo es necesario aplicar unas gotas en los ojos y se acabaron los problemas de visión borrosa. “Además, si se aplica el tratamiento tempranamente incluso podría dejar de desarrollarse el problema”, aseguran los autores de la investigación.
Fin de la cirugía (y del gasto)
La idea de que unas gotas para los ojos puedan sustituir a las operaciones de cataratas parece llegar en el mejor momento. Hace algún tiempo que el servicio nacional de salud británico, conocido como NHS, viene advirtiendo que los problemas de liquidez para afrontar los gastos sanitarios están llevando a racionar el número de cirugías oculares para algunos pacientes, a pesar de que sus cataratas estén en un estado tan grave que no les permita apenas ver. Situación que no es muy diferente en nuestro país donde también se dan casos de pensionistas a los que sólo se les opera de uno de los ojos, el más lesionado, no recuperando la visión en ambos.
Ahora, los investigadores parecen haber demostrado que una sustancia química llamada lanosterol, que está presente de forma natural en los ojos sanos, podría acabar con los grumos responsables de nublar la visión de los pacientes enfermos de cataratas. Los científicos observaron cómo la aplicación de dos dosis de este líquido en los ojos enfermos conseguían que se desvaneciesen los grumos que dañaban el cristalino devolviéndolo a su estado original.
Según los expertos, dado que el lanosterol se produce de forma natural en el ojo humano, es seguro usarlo como un medicamento y confían poder realizar los primeros ensayos clínicos en uno o dos años vista. “El hecho de que el tratamiento sea económico de fabricar podría traducirse en un uso generalizado del mismo en tan sólo cinco años”, asegura Fiona Macrae en el Daily Mail: “una medicación barata y efectiva que podría significar que más pacientes reciban el tratamiento que necesitan”.
Cortando el problema de raíz
Aunque todavía tienen un largo camino para demostrar la validez real de estos avances, los investigadores creen que la aplicación de las gotas a una edad temprana o justo cuando empiecen a mostrarse los síntomas, podría detener el desarrollo de las cataratas. No sólo eso: “El lanosterol incluso podría ayudar en el tratamiento de otras enfermedades caracterizadas por los cambios en los grupos de proteínas, incluyendo la enfermedad de Alzheimer”, aseguran los expertos.
Como explica Clara Eaglen, miembro del Royal National Institute of Blind People, “cualquier cosa que elimine la necesidad de afrontar una cirugía invasiva será enormemente beneficiosa para los pacientes. Si además las gotas oculares pueden autoadministrarse, esto eliminaría gran carga de trabajo de clínicas oftalmológicas y centros médicos especializado.