Oftalmopatía distiroidea u oftalmopatía tiroidea

por | octubre 14, 2023

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Al origen del artículo de hoy esta Ramón, un lector del blog que ha tenido la gentileza de hablarme de esta enfermedad que yo personalmente desconocía. Ramón ha tenido la amabilidad de hablarme de esta patología, una enfermedad con la que ha convivido de cerca, ya que uno de sus familiares la ha sufrido.

Creo que merece la pena compartir hoy con vosotros una parte de esa historia, la que describe la enfermedad. Una patología mucho mas extendida de lo que a simple vista podría parecernos.

Espero que las informaciones y el vídeo que encontrareis en este articulo os sirvan para familiarizaros con esta patología y puedan ayudaros a identificarla en vuestros pacientes para poderles remitir a un oftalmólogo que se ocupe de su tratamiento.

Descripción de la patología

La orbitopatia tiroidea es una enfermedad debilitante del sistema visual, caracterizada por presentar cambios de los tejidos blandos orbitarios y periorbitarios debidos a un proceso inflamatorio, o a la consecuencia del mismo, y que generalmente se relaciona con alteraciones endocrinas sistémicas de la glándula tiroides, causando una alteración significativa en la calidad de vida de los afectados.

La orbitopatia tiroidea (OT) es la primera causa de patología orbitaria, con una incidencia que oscila entre el 50 y 60% en la consulta de un cirujano de órbita. Es conocida también con el nombre de oftalmopatía de Graves por su asociación con la enfermedad de Graves, considerándose la manifestación extratiroidea más frecuente de esta enfermedad, aunque puede presentarse en pacientes sin historia pasada o presente de hipertiroidismo (eutiroideos), en pacientes hipotiroideos y en la tiroiditis de Hashimoto. Debido a que la enfermedad afecta la órbita en su conjunto, preferimos el termino de orbitopatia al de oftalmopatia ya que refleja mejor la concepción actual de la patología.

La incidencia de la enfermedad de Graves (independiente de las manifestaciones orbitarias) es de 13,9 casos por 100.000 habitantes por año en Estados Unidos (3), con predominio del sexo femenino, siendo su incidencia en mujeres de una mujer por cada 5.000 habitantes/año y en varones de 1 por 25.000 habitantes/año, según algunos autores. La edad de presentación de la orbitopatia tiroidea presenta aparentemente un pico bimodal de incidencia, tanto en hombres como en mujeres, con grupos de edades de 40-44 años y 60-64 años en mujeres y 45-49 años y 65-69 años en hombres, pero el rango de edad puede oscilar entre los 25 a 65 años. La edad media de presentación es ligeramente mayor en hombres que en mujeres. El 10-12% de los pacientes con enfermedad de Graves van a presentar signos y síntomas clínicos de OT, mientras que la gran mayoría solo presentará formas subclínicas.

Contrariamente a la mayoría de enfermedades autoinmunes, las cuales tienden a la cronicidad y presentan episodios frecuentes e inesperados de recaídas, la mayoría de enfermos con OT tienden a estabilizarse y tener una remisión espontánea de la enfermedad dentro de los 18 meses del inicio de la misma.

Signos y síntomas palpebrales

La retracción es el signo cardinal de afectación palpebral, característicamente es más acentuada en el 1/3 externo o temporal del párpado superior, es uno de los signos más precoces en aparecer en la OT y es causa frecuente de la primera consulta o de preocupación del paciente. Se presenta tanto en el párpado superior como en el inferior, pero es en el primero donde suele llamar más la atención del paciente.

Diagnóstico precoz

Como ya hemos recalcado antes, lo más importante de la clínica de la OT es reconocer los signos y síntomas que nos llevarán al diagnostico precoz de la enfermedad y evitara así el innecesario retraso del tratamiento médico que será la causa de las alteraciones irreversibles que se pueden presentar en esta enfermedad. Los signos y síntomas más frecuentes y útiles para realizar el diagnostico precoz son:

Signos: Edema palpebral, edema periorbitario, quemosis, hiperemia, queratopatía, conjuntivitis crónica.

Síntomas: Dolor o «sensación» orbitaria, lagrimeo, fotofobia, sensación de cuerpo extraño, visión borrosa, dificultad de enfoque (diplopía) e incomodidad (dolor) al mover los ojos.

Tratamiento

El tratamiento de la OT, dependerá fundamentalmente del estadio (activo-no activo) de la enfermedad orbitaria, de su grado de afectación y del compromiso visual del paciente. Es importante señalar que la terapéutica en estos pacientes no sigue un esquema rígido, sino que depende de la variación individual de cada paciente, además de verse influenciado de manera importante por el entorno social y laboral. Hay que recordar que la OT es una enfermedad limitante desde el punto de vista de la función visual, con alteraciones físicas y psíquicas importantes en los pacientes, por lo que el objetivo primordial es la rehabilitación temprana de estos enfermos. El tratamiento de la OT es uno de los ejemplos mas claros donde se puede aplicar la frase de ir «sin prisas pero sin pausa» en un entorno donde la paciencia debe ser la primera virtud del oftalmólogo y del enfermo.

Los pacientes que presentan inicialmente cambios inflamatorios mínimos o que no tienen evidencia clínica de afectación orbitaria (fase inactiva) no requiere tratamiento especial porque en un 60 a 70% se presenta una mejoría espontánea de la enfermedad.

Si queréis mas información no dudéis en visitar este sitio Web: Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología. En elencontrareis fotos y muchas mas explicaciones. Aprovecho para felicitar a los autores de esa información ya que es realmente completa y concisa.

Vídeo

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