Esta claro que cuando dos colectivos complementarios, el de ópticos y el de oftalmólogos,, trabajan juntos es el paciente y por tanto la sociedad entera la que sale ganando.
No quiero que nadie pueda sentirse molesto cuando uso la palabra «complementario», en ningún caso insinúo que un oftalmólogo no pueda hacer el trabajo de un optometristta, no es mi intención crear polémica allí donde no hay que buscarla.
Sin embargo mi idea de complementariedad viene motivada por otros dos parámetros: el tiempo y la facilidad de acceso. Todos estaremos de acuerdo que una óptica por cercanía y facilidad de acceso (basta con empujar una puerta sin tener cita previa) y que además, cuenta en su staff con un profesional de la visión, perfectamente preparado para realizar la refracción, la contactología y una serie de test preventivos de patologías visuales (entre otras capacidades profesionales), es el lugar ideal donde establecer una primera línea de «defensa» frente a patologías visuales como el glaucoma o las cataratas, pero también es un «filtro» para optimizar el trabajo de los oftalmólogos, quienes podrán de esta manera de aquellos casos realmente importantes y reducir las «inaceptables» listas de espera que los pacientes deben soportar y de las que sus patologías visuales, desgraciadamente, no tienen en cuenta (actualmente la media en nuestro país de espera para ver a un oftalmólogo es de 17 días).
Ya lo se, ya lo se, el oftalmólogo que lea estas palabra dirá: de eso nada, un oftalmólogo es un doctor que ha realizado estudios muy superiores a los de un optometrista y es el único capaz de realizar un verdadero diagnostico. También dirá que es una temeridad que los optometristas se ocupen de ese diagnostico ya que su preparación y equipamiento no es suficiente. Yo personalmente conozco optometristas súper preparados y equipados capaces de hacer esas tareas con precisión y profesionalidad, pero cómo mi opinión puede parecer partidista hoy me apoyo en un retorno de experiencias real.
El ejemplo gallego es una buena muestra sobre los beneficios que las tres partes (ópticas, oftalmólogos y pacientes) pueden obtener cuando dos profesiones «complementarias» colaboran. No es el único (personalmente conozco muchos,otros en toda España), sin embargo es el único sobre el que tenemos un feedback sobre sus resultados. Os dejo sacar vuestras propias conclusiones.
Noticia:
Las ópticas envían al especialista el 19 % de las consultas de ojos
- Desde el 2007 restaron 153.000 pacientes a la lista de espera del Sergas
Más del 90 % de las 600 ópticas gallegas participan desde el 2007 en el programa Ollo cos ollos, que el colegio profesional acordó con Sanidade. En este período han realizado 153.000 interconsultas «que son pacientes que se restaron a la lista de espera de oftalmología del Sergas», valora Eduardo Eiroa, presidente de la entidad. En algo más del 19 % de las personas que asisten encuentran problemas que requieren ser vistos por especialistas de la sanidad pública, y las remiten a ellos.
La iniciativa comenzó con problemas en algunas áreas sanitarias, pero los últimos años funciona correctamente «y creo que podremos estabilizarnos en torno a las 40.000 consultas anuales», señala Eiroa. Las áreas sanitarias donde más ha funcionado han sido las de A Coruña (33.636 consultas), Vigo (24.552), Pontevedra (16.231) Santiago (15.025) y Ferrol (14.034). Por provincias, realizaron 76.661 atenciones en la de A Coruña, 46.318 en Pontevedra, 15.981 en Lugo y 14.089 en Ourense.
Principales problemas
La mayoría de los pacientes en quienes detectan problemas que requieren ser vistos por oftalmólogos tienen 40 o más años «y en ellos se detectan afecciones propias de la edad», sostiene Eiroa.
Un 57 % de quienes son remitidos a los especialistas presentan problemas a causa de la transparencia de medios, un 16,3 % tienen dificultades en la visión binocular, y un 11,9 % problemas en la fóvea del ojo, «la zona de visión con más resolución».
El presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia alude a un estudio que realizaron: concluye que el 60 % de quienes acuden a las ópticas son mujeres, y la gran mayoría acuden a revisarse a causa de la presbicia o vista cansada.
Eduardo Eiroa insiste en la escasa demora para la asistencia que ofrecen: en las ópticas se atienden las consultas en un período medio de 24 a 48 horas; antes, en los servicios de oftalmología, se tardaba meses en recibir esta atención. «Un escolar podía perder el curso, o muchos meses, antes de que lo viesen. Ahora se resuelve en pocos días, hay una mayor facilidad de acceso. Además, el servicio que damos es más próximo, porque hay ópticas cerca de donde residen los pacientes, a la mayoría les queda más cerca una óptica que no un centro sanitario con la especialidad de oftalmología. Y somos 850 colegiados en Galicia que pueden resolver estos problemas visuales».
Eduardo Eiroa insiste en que los hospitales públicos han disminuido «un 50 % o más» la lista de espera de oftalmología desde el año 2007 hasta finales del 2011 «y los ópticos-optometristas hemos contribuido a eso en gran medida, en todas las áreas sanitarias; son datos que se pueden contrastar».
Fuente: Leido en La Voz de Galicia