Leer los ojos, 10 mensajes que revelan tus pupilas

por | octubre 14, 2023

¿Es posible leer los ojos? ¿Estaremos delante del mito tan anhelado de comprender lo que pasa por la cabeza de los demás con una simple mirada? ¿De la piedra filosofal de la psicología humana? ¿De la respuesta a tantas preguntas? ¿Me querrá o no me quería?  ¿Me miente o me dice la verdad? ¿De la piedra filosofal de lhumana? Os dejo sacar vuestras propias conclusiones, pero cuidado, cuando os vea la próxima vez que nos crucemos, sabré lo que pensáis.

Tus pupilas dicen mucho más de lo que piensas, sientes o deseas. Leer los ojos pasa por entender los mensajes que se esconden detrás de ellas.

La dilatación y contracción de nuestras pupilas revela lo que pensamos: si estamos emocionados, tristes, enfadados, asustados… Mirándonos a los ojos pueden averiguar qué es lo que tenemos en mente, y nosotros lo que tienen los demás.

Las pupilas, esos agujeros negros que dejan pasar la luz, además de ayudarnos a ver, señalan lo que tenemos en la cabeza. Son la representación visual –nunca mejor dicho– de lo que ocurre en nuestro cerebro.

Sin embargo, el cambio en el tamaño de las pupilas dependerá también de si estamos expuestos a mucha o poca luz (cuando la dilatación o contracción será automática, no por estímulos del inconsciente), por lo que no pueden tomarse como señales inequívocas de tal o cual sentimiento.

Para conocer algo más sobre qué pueden decirnos “las ventanas del alma”, el psicólogo Jeremy Dean, recoge en Spring 10 cambios que podemos observar en las pupilas y explica qué pensamientos revelan en base a diferentes investigaciones psicológicas. Ya ves, leer los ojos no es tan complicado si sabes observar e interpretar lo que dicen nuestras pupilas.

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Estados de concentración 

Cuando estamos muy centrados en una actividad que requiere prácticamente de toda nuestra atención para llevarla a cabo, nuestras pupilas se expanden.

En 1964 los psicólogos Eckhard Hess James M. Polt observaron que las pupilas se hacían cada vez más grandes cuando los participantes en su estudio se enfrentaban a las tareas más difíciles de completar, y se contraían levemente si el trabajo no requería de toda su concentración. Así, cuando el cerebro está funcionando al 100% las pupilas se dilatan.

Sobrecarga mental 

Cuando tenemos demasiadas cosas en la cabeza y no damos abasto, nuestro cerebro no es capaz de centrarse en una sola tarea. Entonces nuestras pupilas se contraen.

Fue Gary K. Poock quien descubrió en un estudio elaborado en 1973 que cuando las mentes de los participantes estaban sobrecargadas al 125% de su capacidad, sus pupilas se hacían más pequeñas.

Daños en el cerebro 

A través de las pupilas se pueden detectar daños cerebrales en las personas. Esto explica por qué cuando vas al médico te ilumina los ojos con una linterna para comprobar si todo funciona correctamente en tu cerebro.

Si todo va bien tendremos las dos pupilas del mismo tamaño e igual de dilatadas. El estado de las pupilas puede mostrar indicios de que estamos sufriendo un derrame cerebral o algún problema de salud.

Link: Examen visual con dilatación de pupila

Interés por lo que tenemos delante

Según varíe el tamaño de nuestras pupilas estaremos más o menos interesados en lo que alguien nos esté diciendo o algo que estemos viendo.

Los psicólogos Blanco y Maltzman hicieron un estudio en 1977 en el que observaron cómo cambiaba el estado de las pupilas de los participantes según escuchaban fragmentos de tres libros: uno erótico, otro sobre una mutilación y el tercero neutral.

En un primer momento sus pupilas se ensancharon al escuchar los tres relatos (solemos mostrar interés ante algo nuevo), pero sólo se mantuvieron dilatadas cuando escucharon el pasaje sobre la mutilación y el erótico, mientras que con el neutral se fueron contrayendo poco a poco a medida que perdían el interés.

Atracción sexual  

Según explicó Bernick  en 1971, las pupilas de los hombres y las mujeres se expanden cuando se despierta el deseo sexual.

Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo en que la dilatación de las pupilas sea una señal de excitación sexual. Estudios en los que se mostraban diferentes imágenes de gente desnuda, sostienen que lo que realmente nos interesa –y por eso se dilatan nuestras pupilas– es el desnudo en sí, no la persona.

Sentimientos de repulsión

Igual que las pupilas se dilatan cuando estamos excitados e interesados, se contraen cuando nos ponemos tristes o algo nos desagrada.

En otro estudio elaborado por Hess en 1972, el psicólogo se centró en mostrar a la gente fotografías de niños heridos observando cómo primero sus pupilas se dilataban consecuencia de la conmoción, pero a los pocos segundos se contraían para tratar de evitar las imágenes perturbadoras.

La ideología política

A través de las pupilas podemos descubrir si alguien es liberal o conservador. ¿Cómo? Según demostró Barlow en 1969, observando cómo cambian de tamaño al mostrarles imágenes de diferentes políticos.

Si se contraen no estarán de acuerdo con la ideología del personaje en cuestión y si se expanden serán afines a ese partido o ideas.

Dolor físico

Fue el psicólogo Alex Chapman quien investigó en 1999 cómo el daño físico podía influir en el estado de las pupilas.

Para ello disparó pequeñas descargas eléctricas en los dedos de los participantes en el estudio midiendo cuánto se dilataban sus pupilas. Así, observó que ante la máxima intensidad de descargas las pupilas se dilataban más, llegando a un tamaño de alrededor de 0,2 milímetros.

Consumo de drogas y alcohol 

Algunas drogas, como el alcohol y los opiáceos, hacen que las pupilas se contraigan. Sin embargo, otros como las anfetaminas, la cocaína o el LSD hacen que se dilaten.

De ahí que la policía utilice estas señales para saber sólo con mirarles a los ojos si alguien está drogado o bebido.

La personalidad

Es un poco aventurado tratar de descubrir cómo es alguien sólo por el estado de sus pupilas, pero, según Larsson, si no fijamos bien en la parte coloreada del ojo –el iris–, podemos obtener algunas pistas sobre su personalidad.

Según su estudio, si al observar de cerca sus pupilas vemos que tiene pequeñas manchas como si fuesen cuevas, será una persona tierna y débil, mientras que si vemos algo parecido a surcos, cuidado porque puede ser una persona impulsiva.

Ya ves qué leer los ojos es posible.

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