Una nueva investigación muestra que la presión arterial elevada puede hacer aumentar los daños provocados en el ojo por una presión intraocular (PIO) elevada en el largo plazo, lo que aumenta el riesgo de glaucoma.
Aunque investigaciones anteriores habían señalado que podía existir un potencial efecto preventivo y protector de la hipertensión arterial frente al glaucoma, los últimos hallazgos de los investigadores de la Universidad de Melbourne demuestran todo lo contrario.
El equipo de investigadores analizó el grado de susceptibilidad del ojo a que este fuese dañado por sufrir una PIO elevada, y lo hizo utilizando tres grupos de ratones de laboratorio. A cada grupo se les sometió a una presión arterial diferente: al primer grupo se le sometió a una presión arterial elevada durante un periodo de tiempo corto (hipertensión aguda), al segundo grupo a una presión arterial elevada durante cuatro semanas (simulando la hipertensión crónica) y al tercer grupo a una presión arterial normal. Los efectos de la PIO elevada se monitorizaron en cada grupo.
Los ensayos mostraron que la hipertensión proporcionaba un nivel inicial de protección contra interrupciones en el flujo sanguíneo y daño a la retina en aquellos pacientes con hipertensión aguda, pero estos efectos protectores disminuyeron cuando el periodo de presión arterial pasó a ser de semanas.
«Cuando incrementamos y analizamos los efectos de una presión arterial elevada durante cuatro semanas, no obtuvimos la misma protección contra el aumento de la presión intraocular como habíamos obtenido en el caso de unas horas», según el Dr Bang V. Bui, del laboratorio de fisiología ocular en Melbourne.
Al explicar los hallazgos, el Dr. Bui comentó: «Esto significa que tener una presión arterial alta durante un periodo prolongado pone en peligro la capacidad del ojo para hacer frente a la presión intraocular elevada. Parece que la hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos del ojo, de modo que este no puede compensar los cambios en el flujo sanguíneo cuando aumenta la presión intraocular».
Los datos recuperados entre poblaciones con un elevado número de pacientes con glaucoma, revelaron que la hipertensión aguda puede proporcionar un efecto protector contra el glaucoma, pero al mismo tiempo es un factor de riesgo entre los pacientes de edad avanzada.
Los investigadores sugieren que la hipertensión arterial crónica debe ser identificada como un factor de riesgo para los pacientes y que investigaciones adicionales podrían ayudar a los médicos a tratar mejor a los pacientes con hipertensión y glaucoma.
Esta investigación fue publicada en el periódico online Investigative Ophthalmology and Vision Science.