Uno de cada tres fracasos escolares se asocia a una mala visión infantil. Antes de la vuelta al colegio, es imprescindible revisar el estado de la visión de los menores, acudiendo al óptico-optometrista.
Un 6,2% de los niños encuestados tiene un defecto visual y un 41,8% tiene síntomas que hacen sospechar un problema de visión que está interfiriendo en su aprendizaje
El bajo rendimiento escolar, también llamado fracaso escolar, puede deberse a un problema visual. Cuando los estudiantes están trabajando en la escuela, pueden tener dificultades para comprender las informaciones que reciben y, como resultado, se sienten visualmente abrumados.
Por culpa de un problema visual, el daltonismo, y la estandarización de los libros de texto los niños que sufren este problema sufren una merma de sus posibilidades educacionales.
Los niños (y no tan niños) vuelven a las clases. Sus padres, ademas de haber preparado todo el material necesario para comenzar las clases, no deben olvidar que la vista es otro de los factores a tener en cuenta y que una revisión al inicio del curso puede hacer la diferencia al final del mismo. Por eso desde Longitud de Onda le invitamos a que visite a su óptico-optometrista para revisar la vision de su hijo.
Todos sabemos que una buena visión es una condición necesaria e indispensable para poder formarse y crecer intelectualmente de cara al futuro, tanto el de esos jóvenes como el del país donde viven; esto debería recordarnos a todos los optometristas la importancia de seguir insistiendo, de cara a las familias e instituciones, sobre la necesidad de que la prevención visual sea tenida en cuenta desde la mas temprana edad, independientemente del país donde ejerzamos nuestra profesión.
El 88 por ciento de la población menor de 18 años debería usar gafas, aunque sólo el 20 por ciento en esa franja de edad es usuaria de algún sistema de compensación visual, según un estudio el I Estudio Visión y Aprendizaje, impulsado por Visión y Vida.
Uno de cada cinco niños y adolescentes tiene problemas para ver la pizarra