Seeoo monóculos, el retorno a los orígenes

Hoy os voy a presentar otro de los productos que más me han llamado la atención durante el pasado Silmo. Os recuerdo que la elección de los productos sobre los que os voy hablando estos días gira en torno a tres ejes: innovación, producto y personas. Encontrareis más información sobre el porque de estos tres criterios en el artículo de ayer, un artículo en el que os hablaba de FEB 31 ST, un fabricante de monturas italiano que usa la madera cómo hasta ahora no lo había visto hacer a nadie: combinando la naturalidad y la elegancia de la madera con la energía del color, si aun no lo habéis hecho os recomiendo que no dejéis de leer y ver las fotos que publiqué en el artículo de ayer.

En el post de hoy os hablaré de Seeoo y su regreso a los orígenes. Pero, ¿qué orígenes?

Pues para responderos voy a utilizar su propia definición: “ es la búsqueda de valores intemporales, de un estilo y de unas cualidades que son propias a nuestra cultura contemporánea”. El pasado muchas veces sirve de inspiración para crear nuevos productos, todo se reinventa y toda moda vuelve tarde o temprano. Siendo fiel a esta filosofía nace de la mano de Gerad Lansik una nueva interpretación de la corrección óptica que se inspira de sus orígenes: el monóculo, el antepasado de nuestras actuales monturas.

Para mi la innovación de Seeoo reside en arriesgar y recuperar un producto desaparecido tras los avances tecnológicos que supusieron en su momento la incorporación del puente y la varillas, lo que dio origen a las gafas tal y como hoy las conocemos. El producto destaca por la calidad de sus materiales, el cuidado con el que esta realizado, la elegancia de su diseño y su reducido tamaño. Además no puedo dejar de destacar el estuche en el que vienen estos monóculos: su pequeño tamaño, su peso liviano y lo pulcro de su acabado. En lo que respecta a la personas destacare dos detalles: la amabilidad y el trato de la gente con la que hablé (ya os he dicho que para mi un buen producto pierde todo su encanto si la persona que te lo vende no lo conoce, no pone pasión en su venta y sobre todo no piensa ante todo en el cliente). El segundo detalle que no puedo dejar de alabar, es quitarme el sombrero ante alguien que decide de correr el riesgo de lanzar algo “nuevo” y que nos propone reinventar nuestro trabajo o los productos que usamos. ¿Qué seria de nuestro sector sin gente así?, pues probablemente un mercado monótono, gris y sin interés.

Los monóculos de Seeoo se presentan en un cuidado estuche de madera que contiene cinco modelos (si sois ópticos, este es el pedido mínimo que os exigirán para trabajar el producto), existen dos tipos de estuche en función de los colores de los productos e incluso una versión lujo en el que se utilizan piedras de Swaroski.

Mi puntuación para este producto es un 7/10.

¿Por qué no le doy una nota mejor?, pues por qué cómo óptico-optometrista que soy no puedo comulgar al 100% con las gafas pre-montadas, aunque no sea tan estúpido cómo para negar su importante implantación y utilización en nuestra sociedad. Puestos a llevar un producto de este tipo, mejor que escojan algo con calidad, con estilo y en «cierto modo innovador», ¿no?

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