Interesante articulo sobre la investigación de un nuevo tratamiento que usa lentillas terapéuticas para aplicar el tratamiento frente a la tension ocular causante del glaucoma via unas lentillas especiales impregnadas en vitamina E.
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Lentillas para el tratamiento del glaucoma
El glaucoma es, después de las cataratas, la segunda causa de ceguera más habitual en los países desarrollados. Hoy en día, las gotas para tratar esta tensión ocular constituyen la terapia más extendida, pero un equipo de investigadores trabaja en otro método más efectivo para llevar el principio activo hasta el ojo: las lentillas impregnadas de vitamina E.
De momento, este sistema sólo se ha probado en animales, y pasarán al menos un par de años hasta que puedan empezarse los ensayos clínicos en humanos, pero los resultados presentados en el congreso anual de la Sociedad Americana de Química permiten ser optimistas.
Anuj Chauhan, de la Universidad de Florida (EEUU), lleva años dedicado a descubrir métodos eficaces de distribuir los medicamentos para tratar el glaucoma que deben aplicarse en el ojo. Para ello, emplea unas lentillas recubiertas de nanopartículas capaces de ir liberando su principio activo lentamente en la superficie ocular.
El problema de las gotas para el tratamiento del glaucoma es que su contacto con el ojo se evapora al poco tiempo de administrarlas por el efecto ‘arrastre’ de las lágrimas. «Gran parte del fármaco acaba siendo absorbido por el torrente sanguíneo, y puede ocasionar algún efecto secundario en otras partes del organismo, mientras que sólo entre el 2% y el 5% alcanza realmente la córnea«, explican en un comunicado los investigadores. Con sus nuevas lentes de contacto, idénticas en apariencia a las lentillas convencionales, la permanencia del medicamento se puede prolongar hasta 100 veces más de lo habitual.
Liberación controlada del medicamento contra el glaucoma
Como explica el doctor Alfonso Arias, jefe del servicio de Oftalmología del Hospital de Alcorcón, debido a estas diferencias entre la cantidad de fármaco que se pone en el ojo y la que penetra realmente, hace tiempo que se está trabajando en la búsqueda de dispositivos de liberación controlada. «Tanto mejorando la capacidad de penetración de los medicamentos como mediante dispositivos que permitan controlar la cantidad y el ritmo de la medicación».
En este caso, la vitamina E (un popular suplemento nutricional en EEUU) cumple una doble función. Por un lado, mediante un complejo proceso químico, su presencia en las lentes hace que las moléculas del fármaco se liberen más lentamente hacia el ojo; aunque, al mismo tiempo, la propia vitamina E puede beneficiar a los pacientes con glaucoma debido a sus propiedades antioxidantes.
Finalmente, como explica el propio Chauhan, este nutriente bloquea la radiación de los rayos UV, lo que podría suponer una protección adicional frente a los rayos del sol. De momento, su equipo ha probado las lentes con perros, a los que se les suministraron diferentes fármacos contra el glaucoma (desde el timolol, un betabloqueante utilizado habitualmente en estos pacientes; hasta la dexametosana, un antiinflamatorio).
Esta patología se caracteriza por un aumento de la presión dentro del ojo que lleva progresivamente hacia la ceguera si no se trata a tiempo. Se calcula que afecta a unos 67 millones de personas, y aunque no tiene cura, la detección a tiempo puede ayudar a iniciar el tratamiento cuanto antes con el fin de mantener bajo control la presión en el interior del ojo.