Mucha gente que quiere comprar gafas en Internet duda sobre si hacerlo o no al no poder probarse el producto antes. Pues hoy os hablaré de un fabricante italiano que propone una solución cuanto menos original para ayudar al consumidor a decidirse.
Actualmente muchas de las empresas que venden gafas online ofrecen enviar al consumidor una selección de monturas para que las pueda probar en casa antes de comprar, este es el modelo popularizado por Warby Parker en Estados Unidos o GlassesDirect en Europa. Sin embargo, aunque enviar al consumidor la misma gafa que tiene la intención de comprar ha resuelto en gran medida el problema de la venta de gafas en Internet, puede convertirse en una estrategia bastante cara para el vendedor.
Quattrocento, un fabricante italiano de gafas con un modelo de venta online, busca vender sus gafas al mejor precio evitando el canal de distribución clásico de las tiendas de óptica. Para facilitar el proceso de compra ha desarrollado un conjunto monturas de papel para ayudar a sus consumidores a tomar la buena decisión de compra y al mismo tiempo ahorrar una buena cantidad de dinero en el proceso.
En lugar de enviar monturas reales que los consumidores pueden devolver si no están contentos con ellas (como hacen las empresas que os he citado antes), Quattrocento ha creado un concepto al que llaman el Paper Try-On: gafas de cartón con la misma forma que las monturas originales que vende la empresa.
Para los consumidores, las gafas de papel logran esencialmente lo mismo que un verdadero par de gafas, permitiéndoles probarse en casa los modelos que les gustan para ver cual de ellos se ajusta mejor a sus gustos y a su estilo. Y para Quattrocento, las gafas de prueba en papel les permiten ahorrar dinero: limitan el inventario que la empresa necesita (ya que no es necesario un stock de gafas de demostración), y también eliminan los gastos del envío y de la devolución.
El fabricante ofrece a sus clientes la posibilidad de recibir hasta 5 pares de gafas de réplica en cartón enviados a su casa o a su oficina, diseñados para permitirles experimentar cómo se ajustan las gafas a su cara antes de comprar el producto final.
Además estos kits de gafas de cartón también se podrían considerar una herramienta de marketing muy inteligente, ya que el cliente puede guardarlos indefinidamente y compartirlos con sus amigos, y quizás provocar una nueva venta.
Único inconveniente: el porcentaje de conversión frente a lo real. Según las primeras pruebas de Quattrocento la tasa de conversión se sitúa en el 12 por ciento, en comparación con el 37 por ciento o más para las monturas reales.
Espero que os guste la idea y quizás alguno de vosotros ya estará dándole vueltas al tema para ponerlo en practica el mismo.