Con el inicio del verano el pasado fin de semana, comienza el periodo de auge de la venta ambulante y los mercadillos, donde las gafas de sol son el producto estrella. Sus ventas aumentan considerablemente en esta época, ya que tanto los turistas como los jóvenes suelen caer en la tentación de comprarse gafas bonitas, de imitación o diseño, sin tener en cuenta el riesgo al que están sometiendo a sus ojos. Las gafas de sol no solo deben escogerse por criterios estéticos, sino también por sus propiedades ópticas y fundamentalmente por sus características como protectoras del ojo ante las radiaciones ultravioleta. No es lo mismo comprar unas gafas para un menor que para un adulto, ni para su uso en la nieve, en la playa o para llevar por ciudad. Una mala elección puede provocar lesiones irreversibles en nuestros ojos.
Existen cinco categorías diferentes de filtro solar, que va desde el filtro 0 (con una absorción de la radiación visible menor al 20%) hasta el filtro 4 (de absorción prácticamente completa). En todos las casos con absorción de la radiación UV.
Salvador Alsina, presidente de la asociación Visión y Vida, explica que “las gafas, equipos de protección individual, no son productos sanitarios, pero su venta sí está regulada ya que son productos que pueden afectar a la seguridad y a la salud visual del consumidor”. Por ello, en febrero ha entrado en vigor una nueva norma (ISO 12312-1) que modifica los criterios de absorción/transmisión, reconocimiento de señales y seguridad de las lentes.
“Si el uso que le vamos a dar a las gafas es el de protección en alta montaña o nieve, hemos de adquirir unas lentes muy oscuras, de filtro 4, que, sin embargo, son incompatibles con la conducción. Si, por el contrario, somos urbanitas y nos gusta llevar gafas siempre, aunque el día esté nublado, debemos decantarnos por unas lentes ligeramente coloreadas de categoría de filtro 0 o 1; las primeras lentes, muy claras, absorben hasta el 19% de los rayos, válido en días cubiertos o para su uso en interior; el filtro 1, de lentes ligeramente coloreadas, absorben entre el 20 y el 56% de los rayos solares, perfectas para su uso en ciudad”, explica Alsina.
Tipos de filtro solar en gafas de sol
Gagas de sol Top Manta
El problema surge con la venta de las gafas en los canales no regulados, como el top manta. Anualmente, “se venden en España cerca de 22 millones de unidades, de las cuales solo el 11,9% es por el canal óptico -según los datos del Libro Blanco de la Visión en España 2013-. Del total, más de seis millones se comercializan en el top manta, generando un grave riesgo para la salud visual de los españoles”. Alsina recuerda que “la mayoría de esas gafas no ha pasado los controles de calidad y seguridad para su venta, por lo que es muy probable que las lentes no tengan capacidad de absorber las radiaciones ultravioleta, sino que únicamente oscurecen el ambiente, provocando que nuestra pupila se dilate más, magnificando el riesgo de daños irreparables en nuestros ojos”.
Alsina recuerda que las precauciones deben extremarse en el caso de los menores, ya que sus gafas deben ser de perfecta calidad para evitar problemas futuros en el desarrollo de su ojo. Se recomienda en este caso el consejo profesional del oftalmólogo o el óptico optometrista. Además, “el niño debe sentirse cómodo con ellas y ver que sus mayores también las utilizan, ya que ellos tienden a imitar lo que ven. Para evitar que se les caigan, se pueden comprar los cordones elásticos y siempre se debe explicar el motivo por el que es importante cuidar la visión”.